martes, 8 de diciembre de 2009


En Colombia se requiere más oposición propositiva y menos insultos (de esos que no pasan de pseudo-argumentos ‘PROPOSITIBIOS’) frente a un régimen continuista (que al querer eternizarse lastima esa democracia de la que tanto habla). Son las ideas reflexivas y no los odios injuriosos los que generan grandes cuestionamientos y los que entrañan esperanza de cambios.

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