(AIDS o sida): Acquired immune deficiency syndrome or acquired immunodeficiency syndrome; AI(D)S (Agroingreso — democráticamente— seguro).
Alfredo Gutiérrez Borrero
Para los ricos claro...
Sobre los subsidios
Publicado hoy en EL Espectador verhttp://www.elespectador.co
SOBRE LOS SUBSIDIOS...
En relación con la carta enviada por el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural y publicada en El Espectador el domingo 4 de octubre de 2009, me permito hacer una sola observación de las muchas que son posibles respecto a la selección de los proyectos AIS.
Para declarar elegible un proyecto, el primer requisito (que no es un requisito técnico) es la obligación de constituir un “encargo fiduciario” en un banco, por un costo mínimo del 20% del valor total del proyecto; en la realidad, este valor puede llegar al 25 o 30% para aumentar la posibilidad de ser ganador de uno de los 50 o 60 proyectos elegibles. Para esto AIS inventó un sistema de calificación de los proyectos que entre otras consideraciones atribuye un puntaje máximo a los proyectos con costos mínimos por hectárea, sin distinguir entre el costo de sistemas de riego ineficaces (sistemas por gravedad), con eficacias de utilización del agua del 15 al 40%, y los presurizados (aspersión, goteo), con eficacias del 85 al 95%, que reducen el desperdicio de agua y mejoran la productividad en los cultivos.
Es evidente que los pequeños agricultores no disponen de recursos económicos para constituir la fiducia. Este punto los elimina automáticamente, pero muestra el carácter neoliberal del programa: por eso se dice que el AIS es sólo para ricos; porque contribuye a aumentar las diferencias. En la primera convocatoria se entregaban hasta $500 millones por proyectos de 40 hectáreas; al dividir el valor de la inversión total entre el total de hectáreas irrigadas se obtiene que la inversión por familia (de 4 personas) es igual a $2,87 millones y esto a pesar que el total de inversión incluye el costo de los proyectos grandes (mayores de 30 hectáreas). Pregunto: ¿dónde está la equidad?
Se pueden analizar los aspectos técnicos y se puede demostrar el grado de incompetencia de la mayoría de las personas encargada de las calificaciones, con contadas excepciones. Pero no hay espacio suficiente en esta nota.
Adolfo Correa Charris. Bogotá.
Sobre los subsidios
Publicado hoy en EL Espectador verhttp://www.elespectador.co
SOBRE LOS SUBSIDIOS...
En relación con la carta enviada por el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural y publicada en El Espectador el domingo 4 de octubre de 2009, me permito hacer una sola observación de las muchas que son posibles respecto a la selección de los proyectos AIS.
Para declarar elegible un proyecto, el primer requisito (que no es un requisito técnico) es la obligación de constituir un “encargo fiduciario” en un banco, por un costo mínimo del 20% del valor total del proyecto; en la realidad, este valor puede llegar al 25 o 30% para aumentar la posibilidad de ser ganador de uno de los 50 o 60 proyectos elegibles. Para esto AIS inventó un sistema de calificación de los proyectos que entre otras consideraciones atribuye un puntaje máximo a los proyectos con costos mínimos por hectárea, sin distinguir entre el costo de sistemas de riego ineficaces (sistemas por gravedad), con eficacias de utilización del agua del 15 al 40%, y los presurizados (aspersión, goteo), con eficacias del 85 al 95%, que reducen el desperdicio de agua y mejoran la productividad en los cultivos.
Es evidente que los pequeños agricultores no disponen de recursos económicos para constituir la fiducia. Este punto los elimina automáticamente, pero muestra el carácter neoliberal del programa: por eso se dice que el AIS es sólo para ricos; porque contribuye a aumentar las diferencias. En la primera convocatoria se entregaban hasta $500 millones por proyectos de 40 hectáreas; al dividir el valor de la inversión total entre el total de hectáreas irrigadas se obtiene que la inversión por familia (de 4 personas) es igual a $2,87 millones y esto a pesar que el total de inversión incluye el costo de los proyectos grandes (mayores de 30 hectáreas). Pregunto: ¿dónde está la equidad?
Se pueden analizar los aspectos técnicos y se puede demostrar el grado de incompetencia de la mayoría de las personas encargada de las calificaciones, con contadas excepciones. Pero no hay espacio suficiente en esta nota.
Adolfo Correa Charris. Bogotá.
El 10 de octubre a las 8:55
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