domingo, 19 de julio de 2009

Cuando un hombre se para y habla la gente escucha y si le interesa lo que oye, entonces mira. Cuando una mujer se levanta para hablar, la gente mira y si le gusta lo que ve, entonces escucha. [En tu memoria... Pauline Frederick (1883-1938), tu frase aún es cierta, cuán lejos estamos del planeta de la armonía].


liberar la mujer interior y el hombre exterior liberar el amor liberar el dolor

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